La venta de boletos, o “cachitos” para la rifa culminó a las 14:00 horas (tiempo del centro de México). Cada pieza tuvo un valor de 500 pesos mexicano, unos USD 24. En el evento, organizado por la Lotenal, cuenta con la presencia de la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, autoridades de la Lotería mexicana y un notario público que dará constancia del acto.
El presidente López Obrador dio a conocer que su boleto es el identificado con siete ceros. Asimismo, informó que la próxima semana presentará un informe con el dinero obtenido.
“Todo ese dinero, será para comprar equipos médicos, se dará a conocer la licitación de la compra, se hará una licitación pública de cómo se va a utilizar el dinero”, sentenció el mandatario durante su conferencia matutina.
Sánchez Cordero, por su parte, inauguró el sorteo a las 16:00 horas en punto y reconoció el trabajo de los vendedores de los “cachitos” y de todos los que habían hecho el esfuerzo durante los últimos meses para poder sacar adelante en apenas unos meses esta empresa.
El avión presidencial, una lujosa aeronave adquirida en el gobierno de Felipe Calderón y usada en el de Enrique Peña Nieto, el sorteo, del cual ya comenzó la venta de boletos desde principios de mayo, no entregará el avión a los ganadores. Quedará en custodia de la Fuerza Aérea Mexicana por al menos dos años, tiempo en que será resguardado y podrá rentarse, pero seguirá a la venta.
“La Lotenal siempre ha estado con la gente que tiene menos, pero ahora ellos están con nosotros”, aseguró en la previa del sorteo el director general de Lotenal, Ernesto Prieto. “Me recuerda a la década de los 30 del siglo pasado que ayudó con la transformación”, completó, en referencia a la nacionalización del petróleo mexicano.
En aquel momento, los ciudadanos colaboraron con sus recursos para expropiar el petróleo de las compañías internacionales que lo controlaban.
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